Se nos viene ya la Cuaresma.
Se nos echan encima ya los sones de marchas cofrades y andamos raudos a preparar hábitos y capirotes.
Blanqueamos el sentir y nos hacemos nazarenos.
Porque son días de retorno a lo que nunca olvidamos pero que, sabedores de que está ahí, dejamos a un lado el resto del año. Porque hay otras cosas, otras pasiones, otros sentimientos. Pero es ahora, ya en estos momentos, cuando el incienso comienza a invadir los primeros rincones de nuestras almas y aflora el sentir para volvernos más cofrades. Vestimos el día a día de cofrade como el que más y nos echamos a las calles haciendo gala de tradición.
Porque son días de retorno a lo que nunca olvidamos pero que, sabedores de que está ahí, dejamos a un lado el resto del año. Porque hay otras cosas, otras pasiones, otros sentimientos. Pero es ahora, ya en estos momentos, cuando el incienso comienza a invadir los primeros rincones de nuestras almas y aflora el sentir para volvernos más cofrades. Vestimos el día a día de cofrade como el que más y nos echamos a las calles haciendo gala de tradición.
Nos echamos a las calles...
Calles nazarenas de dorados muros en los que las sombras se incrustan atravesadas por la titilante luz de los hachones.
Calles cofrades que nos prestan sus losas para que en ellas derramemos nuestra cera. Gota a gota.
Calles nazarenas que arropan el paso de los pasos entre sus casas cargadas de historia.
Calles nazarenas que se abren a todos cuantos de su apacibilidad quieran gustar.
Calles nazarenas de esta Salamanca secular y mística que se lanza a la vorágine de la Pasión.
Calles nazarenas...
2 comentarios:
Como por ejemplo, el Paseo de las Úrsulas. Callejear en este tiempo es ya preludio, los pies se nos van tras los mismos destinos.
Paseo de las Úrsulas que junto a otras setenta y una calles y plazas, unas más pateadas que otras, son las que nos acogen durante esta Semana y a las que, a partir de ahora, espero dedicar varias entradas. Al menos a las más significativas.
Cordialmente,
Félix
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