No puedo decir que la decepción haya vencido a la pasión, pero las expectativas puestas en esta tarde de toros no se han cumplido como esperaba.
Todo estaba preparado. El polo de los morantistas limpio y planchado; las sillas dispuestas formando palco; la afición por las nubes; la mejor de las compañías y una merienda digna de auténticos reyes medievales.
Llevábamos días preparando este encuentro para disfrutar del mano a mano entre José Antonio y Manuel Jesús, entre Morante y El Cid, entre el arte antiguo y el otro toreo, el prosaico (-ver acepción 5 del DRAE-). No puedo negar que siempre me decanto por la primera de las partes, pues es una forma de entender y practicar el toreo que hacía tiempo no había vuelto a ver y que me traslada hasta tiempos en los que pisaban el albero quienes ahora están, como poco, en un dorado retiro.
No voy a hacer la crónica, pues eso deben hacerlo quienes saben de toros y, en mi caso, toda la confianza la pongo en el mejor de los morantistas, en quien lo ve antes de que ocurra y sabe plasmarlo en sus frases como yo no podría jamás, pues aún me queda mucho por aprender. Así que, si para aprender hay que ir a Salamanca, para hacerlo de toros hay que pasar por Casa Valencia o, al menos, por sus Sentimientos y Locuras. Lo que sí voy a hacer es dejar constancia de que he visto unas verónicas como sólo sabe hacerlas el mejor Morante; que aunque su nombre de familia sea "Victorino", los toros han sido todo lo contrario de lo que esperaba: peligrosos -pero no por bravos-, rebañones, buscamuslos y malos para el toreo; que aunque El Cid haya estado peleón, ha sido más fachada y paso atrás que buenos lances; que Sevilla no era Sevilla y que el colorín de los tendidos ha hecho de menos a quien más ha arriesgado, aunque el revolcón se lo llevase el otro.
Sé que seguramente sea parcial, pero no me ha gustado la tarde pues han pitado a un gran torero sin merecérselo. Además, aunque venía advertido, he ido a los toros con la panza llena y eso no es bueno, lo sabe cualquier taurino. Y no porque me pudiera coger el morlaco, que de eso bien me cuido, sino porque he tenido que dejar la merienda (de reyes como dije) en el plato... y eso duele como una mala corná. Que ya lo decía El Espartero: "Más cornás da el hambre", aunque para mí, en esta tarde, haya sido todo lo contrario. ¡Cómo lo lamento!
Pero, como no todo va a ser gris, me quedaré con el buen sabor de boca de un oloroso entre los mejores amigos, un jamón que se deshacía en la boca y unas verónicas que por sí solas me han salvado la tarde taurina.
Ahora... a leer las crónicas.
14 comentarios:
No creo que sea ningun secreto: el gusto ha sido todo nuestro. Por la compañia y por habernos comido tu parte de merienda. Por cierto me encantan la etiquetas que le han puesto a la entrada: Amigos, Pasiones, Sevilla, Toros. Como diria mi Jose OOOOOLLLLLEEEEEEE
Bueno, bueno... el gusto ha sido de todos, ¿no?
Lástima que no pudiese más en la merienda, aunque también es cierto que sirvió para que algunos hambrientos pudiese saciar su apetito.
Cordialmente,
Félix
Vaya envidia que me dais....PAra la próxima me apunto, aún sin estar invitada...¿tendré cara? me quedé con mi padre, que también se vistió de bonito, con la misma camisita que vosotros...yo no tengo...todavía....y...´cómo estoy contigo, qué de acuerdo, sobre la incomprensión hacia el Arte ayer...o no...porque yo creo que bastantes si fueron a lo que tenían que ir a la plaza..me gustó lo que dijo Abellán.....y si no...pues..bendita incomprensión..."no estamos locos, que sabemos lo que queremos, vive la vida igual que si fuera un sieño..."
Lucía, no seré yo quien te tenga que invitar a "tu" casa, aunque viéndolo en compañía de tu padre... qué más puedes pedir ¿no?
No sé si todo lo que estaba en la plaza era taurino o simplemente de los que van para dejarse ver y decir "yo estuve allí..." Lo que sí tengo claro es que en toda la corrida, las palmas y oles fueron para El Cid (salvo esos capotazos del quinto que fueron para poner de pie a los tendidos) y que, puestos en torero, Morante estuvo mucho más en su sitio. Por eso me duele que no se le reconociera. De todas formas, bien dices que son nuestros sueños y que cada uno los vive como le da la gana.
Ahora, a esperar a la del domingo y, por lo que nos toca, a la del martes...
Cordialmente,
Félix
Félix en serio, solo digo mi punto de vista y comparto con vosotros mis locuras. Te agradezco tu apoyo y halagos. Pero no los merezco. Ayer para mí fue una forma distinta de ver los toros, pude disfrutar de más cosas. Pero sobretodo de sentirme querido y acompañado. Gracias.
Me estais volviendo loca. Ya no sé si estoy en sentimientos y locuras, en una cana en el alma o en una fusión de ambas.
Creo que deberiais hacer una amalgama. Como las jornadas gastronónicas pero en plan blogero.
Perdon quizás me expliqué mal ( bueno seguro que lo hice). Simplemente me teneis anonadada con vuestro sincronismo blogero.
Se despide
Karate Girl
Amiga Karate Girl, quizá haya sido yo el que me precipité en enjuiciar unas entradas que nada tenían de maldad. Por eso, lo único que puedo hacer es pedirte disculpas de forma directa, aunque ya lo hiciera con tu amiga esperando que te las hiciese llegar. A veces, cuando la única cana que tengo se tuerce en sus interpretaciones, puedo quedarme fuera de cacho y hacer o decir lo que no debiera en plenitud de juicio. Por eso, he malinterpretado tus palabras, he errado el juicio y, lo que lamento más, he provocado tu temprana despedida. Te ruego que lo medites y que ese retiro sea únicamente un arrebato momentáneo, pues todos los comentarios son bienvenidos y los tuyos, por venir del "otro lado", serán apreciados a partir de ahora como se merecen. Posiblemente mi problema sea que no acaba de entrarme lo del Suiseki y que no entenderé la belleza que vosotros los orientales sois capaces de sacar de un simple pedrusco si no hay alguien como tú que tenga la sensibilidad de hacérmelo comprender.
Gracias por pasarte por aquí, disculpa de nuevo mi torpeza y espero volver a leerte no tardando mucho.
Cordialmente,
Félix
Ante todo decirte que tus disculpas son innecesarias. No quería robar el espacio de tu blog para contar historias personales pero alla va.
Mañana parto a lo que espero será una nueva vida. Estaré almenos 6 meses en un templo taoista del sur de Japón. Va a ser muy bueno para mí. Apliaré mis conocimientos de artes marciales, de meditación y por supuesto de suiseki. Allí estaré apartada del mundo virtual pero seguro que nuestros amigos comunes me contarán de vosotros.
En cualquier caso cuidaros mucho. Os tendré siempre presente en mi oraciones.
Afectuosamente.
Karate Girl
No, si estábais mal allí. El escenario, un albero de lujo para la mejor cocina. Los vecinos de palco, los sentimientos y locuras que pululan por las calles de la vieja Salamanca. El postre, unas verónicas en el quinto que fueron la gloria bendita.... y en la presidencia, la amistad de oro y de ley. ¿Qué más se puede pedir?
Un beso.
Pues no, Berrendita, no estábamos nada mal. Lástima que nuestra feria, en ese albero con aromas de amistad y locura, sólo durase un día... Bueno, no, que hemos repetido alguna tarde más, disfrutando del mejor de los palcos, el mejor de los asesores y las mejores manolas. No se puede pedir más.
Cordialmente,
Félix
Hola Felix soy Carmen, la valenciana.No sabia que tenias un blog pero desde hoy sere una seguidora más aunque no te guste Ponce y has dado en el clavo poniendole el nombre a este espacio, me ha encantado!un saludo!
Hola Carmen. Bienvenida. Espero que tu participación no se limite a esta visita esporádica y que dejes tus impresiones por aquí de vez en cuando. En cualquier caso, gracias por visitarme.
Ah! No tengo nada en contra de Ponce salvo que me gusta menos que otros toreros. Pero, al final, me trago cualquier cosa (hasta a Rivera Ordoñez). Además, no puedo ir en contra de lo que dicen las corridas toreadas en los últimos años y quién es el que ha mandado en el escalafón.
Bienvenida de nuevo.
Cordialmente,
Félix
Que locuraaaaaaaaaaaaaaaaa. No solo Valladolid, al día siguiente en
Madrid... buffff que hacemos, no puedo asimilar en tampoco tiempo tanto arte. Bueno tu tienes coherencia y temple. Menos mal.
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