¡Nunca confiaré en los tintes!
Lo único que consiguen es engañarme mientras los demás siguen viendo mi interior.


viernes, 17 de julio de 2009

¿Reformas de verano?

Hace tiempo que me anda rondando por la cana la posibilidad de hacer obras. Agarrar pico y pala para manchar mi alma con el polvo del derribo y con el yeso de lo nuevo. Aunque, como ocurre casi siempre, el temor a los resultados hace que vaya demorando la decisión sin encontrar momento adecuado para tomarla.
Porque lo peor de embarcarse es desconocer si el resultado va a ser de nuestro agrado y, lo que es más importante (porque todas las obras se hacen para ser lucidas), si va a ser aceptado por quienes visiten este rincón de la red.
Sí. Estoy hablando de reformas en esta Cana del Alma. Modificación de contenidos para homogeneizar el resultado. Aunque no sé si cambiar la anarquía de este diario por algo reglado, por una estructura más cercana a una línea argumental que dé sentido de unidad a mis comentarios, no será condicionante negativo para quienes suelen visitarme. Por eso, en estos momentos en que la duda me asalta. Ahora, cuando es momento de hacer obras, pues todas las reformas las dejamos siempre para el tiempo veraniego, quisiera que estas palabras sirvieran de consulta a quienes suelen leerme con más o menos hábito. No es un referéndum. No es un plebiscito en el que la decisión esté condicionada por el resultado. Se trata más de una solicitud de consejo. De una búsqueda de opiniones para que la modificación, si es que se hace, cuente con criterios tan subjetivos como los míos pero provenientes de otras canas, de otras almas, de otras gentes.
Es mi idea, pues jamás supe hacer nada bien, contar cosas de lo que más me gusta. Y, quienes saben de mí, podrán decir que sólo hay una cosa que me atraiga tanto como para tener verdadera veneración. Esa cosa es... Bueno, no. Esa cosa no. Porque Salamanca no es cosa. Ni mujer, ni ciudad, ni gente, ni catedral, ni universidad... es eso y más. Y envuelve con un halo que, como una oculta sirena, atrae, me atrae, y me fija a sus redes impidiendo que me separe de ella. Y de todo lo suyo, siempre me cautivó su pasado. Ese inmenso pasado, plagado de historias curiosas y bellas, de personas y personajes, de cuevas y palacios, de iglesias y ermitas.
Y me ronda. Me atrae el olor de los polvorientos libros para rastrear en ellos hasta el más recóndito rincón de élla. Y me agradaría, al menos de vez en cuando, compartir la belleza de lo que descubro. Por eso, a veces me asalta la idea de hacer cambios; de olvidar un poco todo eso que es el día a día de este diario y, sin compromiso periódico, traer hasta esta ventana electrónica al Marqués de Villena o a la Marquesa de Almarza; a los de Santo Tomé o a los de San Benito; a los disciplinantes del medievo o al mismísimo diablo. Volver a pisar el Azogue Viejo o la Puerta del Sol; Escuchar a San Vicente o visitar en el calabozo a San Ignacio, el de Loyola. Casos curiosos y cosas bellas.
Pero me asustan las obras. Me dan miedo las reformas porque nunca se ajustan a las previsiones y, por ello, siempre debe haber alguien que dé ese pequeño empujón que nos desequilibre y nos fuerce a dar el paso.
Por eso busco consejo.

9 comentarios:

beatriz dijo...

Pues mi consejo es ampliar. Me encantaría saber de todas esas historias de la recia Salamanca, pero claro no quiero dejar de saber que te acuerdas y añoras a tu padre el día de su cumpleaños.
¿Sabes esas series de tv en las que hay un personaje tan importante que le montan una serie para él solo? Creo que deberías hacer algo así. Seguir con lo de ahora y desarrollar otro ramal de tu cana.
Besos
B

Félix dijo...

Ampliar. Es otra posibilidad, aunque, conociéndome, no sé si sería la correcta. Me cuesta mantener la atención en la central como para abrir delegaciones. Aun así, también es para tener en cuenta. Gracias por tu consejo, Beatriz. Muchas gracias.
Cordialmente,
Félix

davidiego dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lucano dijo...

Adelante con los faroles, Félix. A las mimbres de ahora, más Salamanca. Y con Salamanca, seguro, muchos asuntos vendrán a cuento. Observaremos las obras, si las emprendes, cual ociosos jubilados al solillo de la mañana ;-)

Félix dijo...

Parece que los consejos, aún escasos, van por la vía de ampliar más que por la de especializar. Así es más sencillo, pues cuando no hay una cosa se tira de otra. Pero, seguirá siendo deslavazado y sin estructura uniformemente sólida. A pesar de todo, Lucano, agradeceré que los ociosos jubilados sigáis por aquí controlando el discurrir de unas obras que pueden ser eternas para alegría de observadores que, apoyados en la valla, gastarán sus tiempos en el seguimiento de las mismas.
Cordialmente,
Félix

Iacobus dijo...

No soy nadie para dar consejor, pero que te parece la idea de dedicar una de cada.
Supongamos que escribes una vez por semana, podrias, una semana escribir de la Historia, otra de tus amigos, otra de pensamientos,etc, de forma ordenada y sucesiva, de esta forma escribirias de lo que quieres. Pero Claro parece que es ampliar.
En fin decide por ti mismo, escribe de lo que realmente te apasione y quieras que a los que pasamos de vez en cuando por estas lineas, a buen seguro nos parecera bien.
Pero eso sí no te ovides siempre seras subrayado., jejejeje
Saludos.

Félix dijo...

Mucho orden me parece, querido Iacobus, para mi anárquica cana, pero la idea me agrada, pues no sólo me permite escribir de todo (idea que me atrae), sino que, además, me obligaría a mantener una regularidad que ahora soy incapaz de seguir. Pero, por otro lado, habría días en que la sequedad de mi cana haría imposible poner algo del comentario correspondiente y eso me gustaría menos, pues los compromisos son los compromisos. Aun así, ya te digo que me gusta tu consejo. Y esto lo subrayo.
Cordialmente,
Félix

Angel B. dijo...

Siempre aconsejo hacer obras y reformas, incluso meterme en exceso en las que no me corresponden, y simplemente es, por el placer de observar, de ver la capacida que se puede tener para crear, cambiar, dar forma. Desde luego que el beneplácito de los demás, colma las expectativas más exigentes en su creación. Creo que es bueno empezar por observar "tú" creación y tirarse a la piscina.
Ánimo.

Félix dijo...

Angel, veo que lo tuyo es pasión de jubilado. Pues sí, dejaré que observes mis reformas para que después las comentes con los compañeros de observación. No sé si serán en profundidad, pero sí que intentaré, al menos, remozar los tabiques.
Cordialmente,
Félix