¡Nunca confiaré en los tintes!
Lo único que consiguen es engañarme mientras los demás siguen viendo mi interior.


jueves, 15 de diciembre de 2011

Retorno

Tres meses... ¡¡Tres meses!! Eso es lo que hace que se me secó la sesera y nada o casi nada ha salido de ella en ese tiempo.
Iba a renovar, otra vez, mi compromiso de mantener este diario al día, pero creo que ya no queda nadie capaz de creer una sola de mis palabras. Sin embargo, ahora, cuando se acerca el tiempo en que se me ablanda la cana, aunque debiera endurecerse con los rigores del clima de esta meseta, se me han ido los dedos al teclado y han comenzado a trabajar por su cuenta, autónomos sumergidos sin cotización.
En estos tres meses podría haber hablado de aquellas cosas que, a mí o a mi mundo, han soplado en mis orejas dejando sensaciones variopintas. Cosas agradables que se quedaron sin publicar en agradecida intimidad. Cosas duras que han resbalado por mis espaldas para caer en el fondo indiferente del paisaje trasero. Cosas y más cosas que por distintas razones no he sido capaz de traer a este almacén de recuerdos.

Hubiera querido analizar con toda enjundia asuntos de calado que, aunque ahora no sea consciente de ello, me afectan más de lo que quisiera. Ibex, prima de riesgo, bajada de salarios, conflictos laborales, EREs diversos... pero, salvo mientras degusto el primero de los cafés, mis neuronas no dan de sí más que para tratar estos temas como si estuvieran contemplando una postal de un recóndito lugar, bonito pero completamente desconocido. Así que dejo esto, por tanto, para expertos "tertulianos" (horrible palabra que se ha cargado a los contertulios de toda la vida) surcadores de ondas.
Hubiera podido tratar aquellas cosas, cosillas, que me ha dado mi día a día. Amigos que se vienen, tertulias (estas de las de verdad) en las que disfruto del tufillo de un brasero imaginario, paseos por paradisíacos parajes que en nada envidian al de la postal anterior (y estos sí que los pateo y los conozco), santitos y cumpleaños, juramentos y gurrumbadas (¡otra vez que me quedé sin ir a Villalpando!), futuro pendiente de una grúa, presente quemándose en la hoguera, mi primera hoguera en la que no es mi casa... Pero, todo se queda en cocimiento de borrajas.
¡Vale! Pues ahora quiero dejar constancia de que no siempre será así, aunque no me comprometa. Aprovecharé los excelentes propósitos que acompañan a las últimas fechas del año para justificar el regreso.
Escribiré en Navidad... y seguiré hasta Ramos.
Y no es una amenaza.

10 comentarios:

beatriz dijo...

A ver si es verdad

Félix dijo...

Espero seguir fiel a mis palabras... Como siempre.
Gracias por estar pendiente.
Cordialmente,
Félix.

Marisol dijo...

Esperemos que así sea, que siempre da gusto leer lo que escribes...

Félix dijo...

Da gusto contar con seguidores fieles. Gracias, Marisol, por leerme... con gusto.
Cordialmente,
Félix

sentimientos y locuras dijo...

Oleee, mira que no quiero yo ver este blog parao, a ver que pasa, y es mas me llena de orgullo y satisfación ver que mi familia al pleno te ataca para que sigas dandonos alegrías. Venga a trabajar!!!

Félix dijo...

Buuuff!!! Jose, ahora me siento presionado y... ¿a ver si no me van a salir las palabras?
Gracias por venir.
Cordialmente,
Félix

Félix G. Modroño dijo...

Lo de Villalpando habrá que solucionarlo el año que viene.
Un fuerte abrazo.

Félix dijo...

Te tomo la palabra, Félix. Ya queda anotado en mi agenda.
Cordialmente,
Félix.

Anónimo dijo...

mira q yo entro de tarde en tarde pero ya me habia acercado y nada pense q es q esto no funcionaba nunca pense que se te habia secado la cana. besines cuñado y no nos deje sin tus pensamientos tanto tiempo que te echamos de menos.BSS

Félix dijo...

Lo que pasa, cuñada, es que, de vez en cuando, la cana se amustia y no soy capaz de sacarle nada. A ver si me funciona la "medicación" y se me revigoriza. Os tendré al tanto.
Cordialmente,
Félix