¡Nunca confiaré en los tintes!
Lo único que consiguen es engañarme mientras los demás siguen viendo mi interior.


martes, 29 de junio de 2010

Una razón para decir: ¡no!

¿Una razón? ¡No!, mucho más que una razón y muchas más razones que han ido entrando y saliendo de los platillos de la balanza y que, ya lo dije, han hecho oscilar su fiel a derecha e izquierda sin tener en cuenta ni horas ni días.
Ahora sí. Ahora es el momento de manifestar la decisión a pesar de que pueda dar la sensación de que aprovecho la coyuntura. Posiblemente haya sido no la última gota para colmar el vaso sino la pequeña salpicadura que necesitaba mi alma para desbordarse.
Han sido, ya digo, muchas las dudas. Han sido varias las conversaciones. Han sido muchos los expectantes. Y, ahora, justo en este momento en el que han pasado las tormentas que nos acosaron durante los últimos días, cuando ya no hay rayos en el horizonte y los truenos dejaron de sonar, veo con claridad que la decisión es correcta y que no tiene arrepentimiento posible.
Son razones personales y pasionales las que han pesado. Son variadas en peso y color, en forma e importancia, pero todas ellas con cabida en el saco que las aglutina y hace que sólo se aprecie su exterior.
No es éste, posiblemente, el mejor momento personal para embarcarse en travesías azarosas, que no está mi cana para albricias. Es mucha la carga familiar y laboral. Tanta como para impedir que mi alma se disperse en altruismos que, posiblemente, no cubrieran las expectativas depositadas y que sirvieran para, como mucho, ampliar la alforja del trabajo.
No es éste, seguramente, el mejor momento de la Semana Santa de Salamanca, deslizándose cada vez más veloz en una cuesta abajo de marcada pendiente y con las miras de quienes podrían frenar esta caída puestas más en el pasado que en el futuro.
No es éste, ciertamente, el mejor momento para una iglesia, así con minúscula, que, desde su jerarquía, solicita el compromiso de los fieles pero que, al tiempo, ata de pies y manos a cualquiera que pretenda manifestar su libertad en su propio seno.
No es éste, desgraciadamente, el mejor momento de una Junta de Cofradías que, puesta al socaire de cualquier viento, hace tiempo que se abandonó al pairo y se olvidó de representar a sus representados, permitiendo, cuando no alentando, la dejadez y la desgana.
Es cierto que hubo un momento en que, optimista, ví mayor el tamaño del saco de las cosas positivas y pensé que podía colaborar en mejorar las cosas aportando mi grano de arena, siempre pequeño, aunque jamás perdí la conciencia de la dificultad que eso conllevaba.
Ahora, cuando lo tengo meridianamente claro, leo en la prensa que se va a actuar por decreto, que no decretal aunque se pudiera confundir. Que desde la jerarquía se ha diseñado (sin participación de la propia Junta por lo que leo) un borrador de Estatutos que serán los que gobiernen, con férrea mano imagino, el futuro de la Semana Santa salmantina a través de su Junta de Cofradías. Y ésta, por una Junta Gestora (¿Rectora?) impuesta. Habría que considerar que sólo el Sumo Pontífice es infalible (y no en todas las cuestiones, que no hablamos aquí de dogmas) y que es posible que desde posiciones menores lo de escribir derecho con renglones torcidos puede no dar el resultado esperado. Que, por supuesto, como miembros de la iglesia diocesana, debemos confiar en nuestro obispo y en la autoridad que emane de su cátedra y sólo de ella, pero sin por ello tener que comportarnos como fieles carboneros, siguiendo la orden, venga de donde venga, sin buscar la razón.
Como zoólogo que soy, quisiera segir creyendo que el "obispillo" es únicamente esa zona plumosa del final de la espalda de pájaros y aves que diferencia a unas de otras o, como mucho, un chaval, sólo un chaval, que elegido en determinadas fiestas, "ejerce" la autoridad episcopal de manera festiva e inocente, aunque hay veces en que... Y ahora, precisamente ahora, no sé muy bien por qué (o quizá sí), mi cana se vuelve hacia el recuerdo de aquella militarización del personal de la RENFE, allá por los setentas, que muchos vivimos. Huelga salvaje, decadencia, intervencionismo e imposición por decreto.
Creo que me he asomado a la cueva y que, afortunadamente, he dado la vuelta antes de dejarme deslumbrar, de ver siquiera los brillos de los tesoros en ella acumulados. No me he atrevido a franquear su boca y estoy seguro de que, no tardando mucho, me alegraré de haberle dado la espalda. Ojalá me equivoque. No por mí, sino por todo lo demás. Porque me da la impresión de que Pandora anda entre nosotros y más activa por momentos.
Por último, y a pesar de todo, creo que debo dar gracias. Gracias a quienes habéis compartido conmigo mis indecisiones; gracias a quienes pensásteis que conmigo podíais aportar algo a esta pasión compartida; gracias a quienes desde vuestro anónimo silencio me habéis apoyado y animado pensando que había un futuro diferente; gracias a quienes anduvísteis pendientes de mis palabras y las aceptásteis aunque no las compartiérais. ¡Gracias a todos!
Sé que llego tarde, pues ahora ya sería un sinsentido imposible, pero, en cualquier caso, he tomado una decisión y esta es : ¡NO!
Nada más. Con razones y sin retorno.
Lo siento por mi semana santa.

16 comentarios:

sentimientos y locuras dijo...

Yo también lo siento por la semana santa, y en realidad me alegro por ti. Ya que podré tratarte sin protocolos y asi también te podre robar mas tiempo.

Ole tu.

Alberto dijo...

Simplemente siento tristeza por una Semana Santa y una diócesis desnortada. No sé si la imposición de estatutos se debe a que el borrador es descabellado o a que ya las formas ni nos importan, estatutos nuevos, presidente nuevo y ala... tengo curiosidad por ver quién será el desginado... ¿tan poco "noramolizada" está la Semana Santa de Salamanca como para no ser capaz de generar alternativas? De verdad, qué vergüenza...

Me alegro que por menos puedas estar al margen de toda esta caterva de no sé... de subrayados varios... Un fuerte abrazo.

Félix dijo...

Jose, bien dices: ¡eso que salimos ganando! Y ya sabes que puedes robarme todo el tiempo que quieras. Gracias por estar ahí.

Conchero, tristeza y decepción por ver cómo entre unos y otros, a cual peor, se cargan la Semana Santa y, lo que es peor, que perdamos la confianza en ellos, porque se necesita mucho más para perder la fe (eso lo dejo para otros).
Gracias por sentirte a mi lado, al margen de subrayados y subrayadores.
Cordialmente,
Félix

AME dijo...

Siento finalmente esta decisión Felix, pero igual es la mas acertada nunca se sabe pero solo te digo que tiempo al tiemo, que los caminos del Señor son inexcrutables, y creo yo que nunca se debe decir, no, de este agua no beberé.

Un saludo y nunca se sabe lo que el futuro nos deparará....... (puede ser un continuara)

Un abrazo

Félix dijo...

Sé que lo sientes, AME, que eres de los que lo siente y, por eso, gracias. Porque es difícil tomar postura cuando uno arriesga y has tomado postura. Lamento que algunos os sintáis decepcionados, pero no creas que es un arrebato, sino que mis propias reflexiones junto a las conversaciones de los últimos días han inclinado la balanza hasta el lado más negativo. Por supuesto que los caminos del Señor son inexcrutables y, además, hay quienes se encargan de oscurecerlos y llenarlos de espinosas zarzas para hacerlos inextricables.
Espero que esto sirva, al menos, para que podamos hablar, alrededor de un café o unas cervezas, y sigamos conociéndonos.
Cordialmente,
Félix

Iacobus dijo...

Felix, ayer Rosarillo (ese era el nombre del correo) recibio un correo de un servidor nada mas ver las intenciones episcopales diciendole un NO rotundo,
Ayer senti como se destruia la Semana Santa Salmantina. Permiteme un espacio en tu blog para hacer una fabula. Habia una vez un corral en el que sus habitantes se creian acosados por el lobo. Buscaron ayuda en el zorro, unico animal al que el lobo podía tener respeto,el zorro vio, olio y comprendio que su mision era hacerse el dueño del corral, y los pobres habitantes del corral, confiados fueron comidos por el zorro.
DEP Junta de Cofradias, tus amadisimos hijos lloraran tu perdida.
Gracias Felix por todos tus desvelos, pero ahora es misión imposible.
Saludos

Félix dijo...

Ví tu correo, Iacobus, y se nota en él tu decepción.
Voy a completar tu fábula: el corral estaba ya lleno de zorros disfrazados de corderos. Cada uno iba a lo suyo y en cuanto pudieron se quitaron los disfraces. La lástima es que el zorro que metieron para protegerse, era el mismísimo lobo que había aprendido de ellos como funcionaba lo de los disfraces. Así, unos, otros y el lobo, rompieron la malla del corral y...
Esperemos que la lección sirva para algo, aunque siempre habrá quien se encargue de sobarle el lomo al lobo.
Gracias a tí por creer que yo podía aportar algo. Gracias por tu apoyo, siempre.
Ahora no, pero habrá que seguir intentándolo. Sabes que contáis conmigo... pero en retaguardia.
Cordialmente,
Félix

Alberto dijo...

Permitidme que escriba bien el palabrejo extraño que escribí antes, porque lo que quería escribir era NORMALIZADO, porque eso es lo que no está la Semana Santa de Salamanca.

Me encantan las fábulas... menudo corral trasvestido... reír para no llorar.

Anónimo dijo...

Pienso que la Semana Santa ya venia destruida de atras, entre los que llevaron las riendas anteriormente y los que las llevan ahora, creando enemigos solo para levantar sus cofradias y que fueran mejores, no pensando en el resto, en el conjunto..., solo para satisfacerse ellos mismos y alardear de su cofradia riendose del resto.

TODOS tenemos culpa de lo que esta sucediendo, ya lo decia el SEÑOR, "EL QUE ESTE LIBRE DE PECADO QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA". Somos humanos y erramos, la virtud esta en saber perdonar y reconocer lo que esta mal. Pero el Cristiano de siempre es como es, sino no habria tanta maldad entre nosotros.

Se debe estar cuando los tiempos vienen bien y cuando vienen mal, pero como los agujeros negros esten ahí, no hay nada que hacer. TODOS SABEMOS LOS AGUJEROS NEGROS QUE HAY EN LA SEMANA SANTA, y la mayoría de lo que pasa es por ellos.

Si un equipo, un conjunto, no mira por la unión del mismo y sí por su interes, en ese momento empieza el cancer.

Un saludo cofrade.

Félix dijo...

Hay cosas en las que no te puedo, o al menos no quisiera, dar la razón, amigo Anónimo. No creo que la Semana Santa esté ni estuviese destruida. Es cierto que el afán de protagonismo, egoísta en muchos casos, de algunos ha protagonizado situaciones extrañas y criticables de nuestra Semana Santa, pero creo que la Semana Santa es mucho más, que está formada por muchos cofrades anónimos y que perdurará en el tiempo, superando a esos que ahora se ven en la punta de la lanza. Sí es cierto que todos, anónimos o no, tenemos parte de culpa por asentarnos en la comodidad de una salida procesional y no implicarnos en el día a día, intentando aportar lo poco o mucho que tengamos, delegando nuestra responsabilidad en esos representantes a los que luego criticamos. Pero, en cualquier caso, no creo que eso se haga con maldad, sino que el hecho de implicarse conlleva un esfuerzo que muchos prefieren, o preferimos, no asumir.
Es cierto que se debe estar a las duras y a las maduras. Todos, representantes y representados, debemos implicarnos tanto en épocas buenas como malas y eso no tiene por qué ser desde un cargo. Se puede y se debe participar y no dudes que yo, desde abajo o desde arriba, me he implicado y lo seguiré haciendo en lo que para mí es el bien de la Semana Santa, pues es esto lo que me importa, así, sin más. Pero, hay otras cosas en la vida y estas pueden condicionar una decisión. Este es mi caso y, lamentablemente, ha coincidido con el revuelo que se ha levantado estos últimos días, pero esto no ha influido para nada en una decisión que ya estaba tomada. Otra cosa es que tal como se han puesto las cosas, ni aunque hubiera querido habría podido acceder a la presidencia de la Junta, pues esto ahora, por lo que parece, ha quedado directamente en manos de la jerarquía eclesiástica y eso sí que no son molinos, amigo Anónimo.
En todo caso, agradezco tu comentario y tu visita, que espero no sea primera ni última.
Cordialmente,
Félix

Ana Pedrero dijo...

Para tí un abrazo de amiga, siempre. Y la promesa de robarte todo el tiempo que pueda, como José Luis, aunque yo no te tenga tan a mano.
Sobre todo lo demás, me parece tan fuerte, que sobran las palabras. Creo que ya sabes lo que pienso de los decretazos, las imposiciones, las mordazas, los golpes en la mesa.... me da pena, mucha pena.

Venga, va ese abrazo.

Félix dijo...

Sobran las palabras, Berrendita.
Cordialmente,
Félix

Anónimo dijo...

bueno, yo entre lobos, corderos, zorros,gallinas y disfraces mas propios de Mortadelos y Filemon que de una institucion seria ya me he perdido.

Tranquilidad, que aun no se ha dicho la ultima palabra, y si se ha dicho todavia no esta subrayada, lo que no se debe permitir, bajo ningun concepto, es que una "intervencion interesada" allane el camino al candidato oficial u oficialista de los "zorros" disfrazados de corderos que defienden el corral.
paciencia.

Félix dijo...

Eso es lo que me pasa a mí, Anónimo, que con tanto disfraz, he acabado por perderme.
No. No se ha dicho la última palabra porque esta queda siempre por decir, pero lo importante en este caso es quién la dice. Porque, tienes razón, no se debe permitir una Junta sometida a la palabra de unos pocos, a la sinrazón de unos cuantos y a la intolerancia de alguno. No sé si le quieren allanar el camino al candidato oficial, lo que sí tengo claro es que saben lo que quieren y, si esto sigue así, lo tienen fácil para conseguirlo. Paciencia.
Cordialmente,
Félix

Lucano dijo...

Vaya, me ausento una semana y el corral se revoluciona. Confío en futuras coyunturas que te decanten hacia la otra respuesta, algún día, cuando haya marcado el camino el sentido común. Así lo espero. Hasta pronto.

Félix dijo...

No creo, Lucano, que haya nada común en el sentido de quienes son capaces de meterse en estos berenjenales sin ninguna necesidad. Así, dudo de que haya algún otro camino y de que haya alguna otra respuesta, sinceramente. Tengo la impresión de que el coto es más cerrado de lo que suponía y que las puertas del corral no se abrirán ni para ventilar. Es lo que tenemos, mano dura a destiempo (como siempre) y debilidad de carácter en quienes deberían ser los que tomasen las riendas del asunto, pero prefieren inhibirse y delegar cómodamente.
En cualquier caso, bienvenido al corral después de tus días de relajo.
Cordialmente,
Félix