Sigo pensando.
Después de todo, he logrado poner algo de orden en mi escritorio dejando hueco suficiente para añadir más carga al mismo y, como si lo hubiera pregonado, como si se viera a través de mis intenciones, hace tan sólo un momento que me acaba de llegar una nueva proposición con la que rellenar el poco espacio que había conseguido liberar. No digo más pues aún es algo que se está engendrando, pero la propuesta ahí queda. ¿No querías caldo...? ¡Pues dos tazas!
Pero,... a lo que iba.
Decía, que la cana que blanquea mi alma, como si no supiera de los agobios que arrastro, sigue cansina dando vueltas alrededor de la noria que extrae ideas y pensamientos de mi ajado cerebro. Rumiando lo que debía estar ya digerido y que por saturación aún anda rondándome el alma.
Recupero la página 7 de la Gaceta Regional del 5 de abril. La leo y la releo para intentar salir de un asombro que lleva ocupando más espacio de mi interior del que yo le ofreciera en ningún momento. Sorprendiéndome ya tantos días como tiempo lleva publicada la noticia, mientras intento ponerme al día con el microscopio recién estrenado.
Dicen los Hermanos Mayores de la Semana Santa salmantina que cuento con posibilidades para alcanzar el sillón presidencial de su Junta, máximo órgano, aunque en ningún momento hubiera manifestado la menor intención de intentarlo siquiera. Y, como parece que lo publicado crea dogma, he llegado a encontarme no ya con quienes me postulan, o piensan que me postulo, para ese cargo, sino con quienes lo dan por hecho, llegando al extremo de hacer cariñosas chanzas cuando me ven, rindiendo pleitesía a quien para ellos es ya presidente aun no habiendose ni comenzado el proceso de recambio.
¡Hombre! La verdad es que no puedo negar habérmelo planteado en algún momento. Seguramente sin convicción, pues siempre fui consciente de la dificultad que supone abrir brecha en muro tan firmemente consolidado durante años. Pero, también es cierto, que ya en aquellos días en los que el vigor de una cana recién nacida hacía que la ilusión pudiese sobre mi enraizado escepticismo, hice propuestas, no sé si arriesgadas pero siempre con la mejor de las intenciones, para mejorar lo que según mi criterio debiera ser la actividad de la Junta de Cofradías. Y ahora, cuando todo aquello había quedado arrinconado junto a lo que debió ser olvidado, resulta que hay quienes me ven como posible candidato. ¿Será que todo aquello hizo mella sin yo saberlo? No lo sé, ni creo que llegue a saberlo nunca. No sé si todo esto es simplemente el resultado de una broma bienintencionada o el globo sonda de quienes en su secreta decepción desean un giro en el curso del día a día de nuestra Semana Santa. No sé si lo que yo ofrecía en su momento mantiene algo de vigor. No sé siquiera si me veo como posible candidato. Lo que sí sé, o eso creo, es que sigo fiel a mis ideas y que estoy convencido de que estas serían más obstáculo que ventaja si tuviera que defenderlas frente a lo tradicionalmente establecido. Lo que sí sé es que es difícil, por no decir imposible, sentirse candidato si se toma la frustración como punto de partida. Lo que sí sé es que el horizonte alcanza mucho más allá de cualquier pasión.
Ahora, de vez en cuando, mientras intento poner orden en mi escritorio y abrir nuevos huecos, sigo pensando.
Eso sí, al menos me queda el consuelo de "compartir" candidatura con un amigo. Sin chanza. Y mientras, sigo sin salir de mi asombro.
7 comentarios:
Te veo en el sillón de mando ... jejejeje
Nos vendria muy bien a la Semana Santa salmantina
Déjame pensarlo..., Jose.
Cordialmente,
Félix
Una Junta de Semana Santa... es como una Babilonia blíbica. Bien es cierto que una persona como tú en la Junta ayudaría a la Semana Santa de Salamanca, sin lugar a dudas. Eso sí, amigo, cruz grande, pesada y ancha a tus espaldas. Me alegraria por Salamanca... pero a tí te admiraría por tu sacrificio...
Un fuerte abrazo.
¿Babilonia?...no. Se me vienen a la cabeza otras dos ciudades bíblicas que hubieron de ser destruidas por fuego y azufre.
Como cualquier compromiso, Conchero, esto exigiría sacrificio y trabajo, pero no sé si llega a ser una verdadera cruz sobre las espaldas de su presidente. Posiblemente lo sea cuando se contempla la Junta como una oligarquía (si no monarquía absoluta) en la que todo el peso es asumido opaca y voluntariamente por uno o unos pocos. Pero si vemos la Junta como un conjunto en el que todos tienen su cuota de responsabilidad y, por tanto, soportan su porción de cruz, el peso se reparte. Transparencia, diálogo y participación colectiva para que las espaldas de la propia Junta sean anchas, muy anchas.
Cordialmente,
Félix
Ya hablas como un presidente de la Junta jajajajajaja Un fuerte abrazo y sea lo que sea, mucha suerte.
Seremos espectadores de tu reflexión, que no tienes problema en compartir, lo cual ya contrasta con el secretismo habitual en este mundillo cofrade, donde los rumores toman la categoría de noticias y las noticias rara vez se dan. Que decidas lo mejor, Félix. Hasta pronto.
Que no, Conchero, que para hablar como presidente hace falta... más trayectoria. ;D
No creo que el oscurantismo lleve a ningún lado, Lucano. Así que, antes de que los rumores sean noticia y las noticias dogma de fe, seguiré compartiendo mi transparencia (lo que tu llamas reflexión).
Cordialmente,
Félix
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