¡Nunca confiaré en los tintes!
Lo único que consiguen es engañarme mientras los demás siguen viendo mi interior.


lunes, 29 de septiembre de 2008

29 de septiembre

Lo siento.
Lo tenía todo preparado para que este día fuese algo especial desde el principio y este catarro traicionero del veranillo de San Miguel está intentando fastidiarnos el aniversario. ¡Pues no lo va a conseguir!
¡Muchas felicidades! Para tí. Para mí. Para nosotros.
Son tantos los años que hemos disfrutado en compañía que casi he olvidado desde cuándo. O, mejor dicho, es como si nunca hubiésemos estado alejados uno del otro. Tanto tiempo, que nos hemos hecho el uno al otro, fundiéndonos sin solución de continuidad. Tantas cosas juntos que no soy capaz de imaginar qué hubiera sido sin verte a mi lado día tras día.
Esos amores infantiles, por los que nadie da cuatro perras, fueron para nosotros la firme base de lo que hoy tenemos. ¡Eso sí que es suerte! Acertamos a la primera. Porque desde la primera, hemos ido haciendo nuestros días cada vez mayores y mejores. Hemos alcanzado un punto en el que me parece imposible pensar en el retorno. Porque sólo nos queda mirar hacia delante. Porque nuestro futuro es esta unión que acrecentamos cada día que pasa.
Y me veo jugando a la máquina de pin-ball, uno a cada lado, con mi brazo derecho cubriendo temerosamente tus hombros por primera vez. Abrigo largo y pelo corto. Y tu sonrisa. Siempre tu sonrisa. Conmigo y para mí. Me veo junto a tí, paseando, estudiando, acampando, cantando, bailando, desfilando,... Siempre junto a tí.
Estos amores maduros que nos sirven de apoyo para los reveses del momento y de alegría siempre. Y me veo contigo, educando, paseando, aprendiendo, enseñando, disfrutando,... Siempre junto a tí.
¿Y, qué nos queda? Mucho. Aún nos queda toda la vida. Y me veo al amor del brasero, apoyado en el bastón que necesito para este maldito reúma. Protestando, con un mal genio fingido, por todo lo que hay a nuestro alrededor. Intentando oir, a pesar de la dureza de oído, noticias que me permitan seguir unido a este mundo. Y allí, siempre a mi lado, en la camilla y soportando mi genio, junto al televisor y esperando noticias de nuestra hija, siempre tú. Cubriéndolo todo para no dejarme solo. Porque sabes que te necesito. Siempre.
Me veo y te veo. Juntos, porque no soy capaz de imaginarnos por separado. Porque se me pierde la memoria y no sé si algún día estuve solo. Porque no me alcanza la memoria y no veo ninguno de los días que me quedan en soledad. Sin tí.
Sabes que había más, pero eso quedará guardado en el cajón de los invisibles. Porque tú te mereces estrenar y eso ya llevaba demasiado tiempo en el armario como para oler a nuevo. Esto es más sencillo, pero de estreno.
Por eso, felicidades y un beso.
Nada más. Con esto me sobra.

10 comentarios:

Alberto dijo...

Pues felicidades a los dos. Que palabras más bellas, que sentimiento más real.

Un fuete abrazo.

Anónimo dijo...

con el rubor aun instalado en mis mejillas,solo me queda decirte que encantada de compartir vida y cariño y que espero que despues de los años terrenos, venga otra vida mas siempre contigo.
un beso.
Charo

Marisol dijo...

Una sonrisa ilumina mi cara al leer estos profundos sentimientos y esas deliciosas palabras, ¡enhorabuena por tí, por ella, por los dos y por ese amor que fluye e inunda tus palabras!!!

beatriz dijo...

¡Qué verbo! ¡qué amor!
Enhorabuena por ser como sois.
Me recordais al jamón ibérico y al pan de pueblo (el reparto os lo dejo a vosotros) por separado están buenos pero juntos son insuperables.
B

Félix dijo...

Conchero, gracias por tus deseos.

Charo: todas las vidas son nuestras. todos mis besos son tuyos.

Marisol, no sabes cómo me alegro de que tu cara se ilumine con una sonrisa, porque así, desde la distancia, sé que nos apreciamos. Gracias.

Beatriz, ya te lo dije ayer: No hay nada más importante. Y vosotros lo sabéis porque también lo compartís. Me pido ser pan, porque siempre abraza al jamón. Gracias por todo.
Cordialmente,
Félix

sentimientos y locuras dijo...

Hace unos días Beatriz comento que ella reconocía cuando estimaba a una persona pensando en la misma.. Cuando se acuerda de alguien a la cual conoce se acuerda como una nube. Pero si la estima la recuerda como es, como si viera una película, foto o similar. Pues eso me ha pasado a mí. Te he visto perfectamente recitando estas letras tan bonitas y sentidas que le dedicas a Charo. Y perfectamente he visto a Charo recibiéndolas con esa sonrisa tan sincera. No os conozco mucho y perfectamente transmitís lo que se ve. Es mas, hasta las amistades que os rodean transmiten lo mismo. Eso quiere decir que hay un núcleo común. ¿Joder Félix la bioquímica aquí tiene que ver algo?
Muchas felicidades. Y ojala pueda verte con la calla mandando atizar al brasero, y ha Charo diciendo badila en mano, ¡"Anda, anda que te arreo, cachi en die"! oleeeeeeeee
Me alegro por los dos y por Marta. Por compartir el amor de tus padres.

Lucano dijo...

Llego un día tarde a felicitar a Charo, pero todos los días se os puede felicitar a los dos. ¡Enhorabuena!

Félix dijo...

José, ojalá nos veamos atizando el cisco y contando recuerdos de juventud. Gracias por tu amistad, que seguro crecerá día a día sin siquiera proponerlo. No sé si es cosa de la bioquímica (ya sabes que yo soy de campo) pero, cuando hay afinidad, todo parece que nos viene dado sin pretenderlo.
Gracias, de nuevo, por todo.

Nunca es tarde para la felicidad, Lucano.
Muchas gracias, en su nombre y en el mío, que son uno.
Cordialmente,
Félix

Ana Pedrero dijo...

Félix, Charo, me habéis emocionado hasta los tuétanos. Aunque tarde, os escribo con dos lagrimones queriendo escaparse de mis ojos. Cuánta ternura, cuánta vida compartida. ¡¡Qué cosa más bonita!!

Espero que la vida sea justa y que después de esta vida tengáis otra para seguir queriéndoos.

Un beso, emocionadísimo. A los dos.

Félix dijo...

Gracias, Berrendita. Confiamos en que la vida sea justa y que nos permita continuar, al menos, como hasta ahora, que no es poco.
Cordialmente,
Félix