Todos tenemos fechas marcadas en rojo en nuestros calendarios. Días señalados que periódicamente se nos echan encima para traernos recuerdos. Buenos y malos recuerdos que nos vemos obligados a mantener, por no se sabe bien qué muchas de las veces, aunque ello nos cueste más de lo que quisiéramos. Aniversarios de los que estas páginas virtuales en las que dejo parte de lo mío están más que cargadas. Fiestas religiosas y paganas, onomásticas y cumpleaños, íntimas y compartidas, cuando alguna me toca el alma, intento dejar constancia con mis palabras o en ellas, que no sé bien.
Peco de reiterativo, lo sé, y quizá sea muestra de escasez de imaginación, o puede que sea que el resto de motivos que pudieran impulsarme a manifestar mi parecer en este blog no alcancen ahora suficiente importancia en mi natural escepticismo. Porque últimamente puede que haya llegado a confundir este filtro con la apatía y, a pesar de la inconsciencia, sólo los días feriados de mi almanaque son los que me mueven a sentarme frente a la pantalla y mover mis dedos entre las teclas intentando sacar algo congruente a su través.

Pero hoy, aun habiendo seguido mi propia tradición, he echado de menos lo que no llegué a conocer. Esa "gurrumbada" a la que los villalpandinos dedican toda una noche para recordar, seguramente de forma heterodoxa, su privilegiado punto de partida en esta tradición tan nuestra aunque cada vez menos recordada. He tenido en mi memoria a los pocos villalpandinos a los que tengo el honor de conocer: toreros, taurinos y sus hermanos, escritores de ley y peso que se sienten capturadores de momentos, anónimos pobladores de noble espíritu... Y para ellos, desde esta intimidad tan al descubierto, vaya mi felicitación cariñosa y cargada de un poco de envidia, aunque hoy no sea día de pecar.

* Las fotos las he tomado prestadas de las Esclavas del Santísimo, la primera y de Miguel Sáenz de Santa María, la segunda. Espero que no se molesten por ello.
6 comentarios:
Gracias, muchas gracias
Hno. del Taurino.
P.D. Huelga decir que lo de la "gurrumbada" se puede arreglar cualquier año
Un placer, hno. del taurino. Un sincero placer.
Eso sí, dejo en pie lo de celebrar una gurrumbada cualquier año de estos y así unirme a los representantes de la comarca para formalizar mi juramento junto a ellos.
Cordialmente,
Félix
En la gurrumbada hay vino, si es asi voy jejeje. Perdón.
Un abrazo
Por supuesto que hay vino, y lumbre, y algo para comer. Yo no estuve nunca, pero una fiesta en estas tierras siempre es una fiesta de comer, beber y cantar. Así que a ver si organizamos una excursión a Villalpando para un año de estos.
Cordialmente,
Félix
Resultó una feliz celebración, como siempre. Y por muchos años. Sine labe concepta.
Por muchos años, Lucano.
Cordialmente,
Félix
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