¡Nunca confiaré en los tintes!
Lo único que consiguen es engañarme mientras los demás siguen viendo mi interior.


jueves, 7 de agosto de 2008

Vacaciones


¡Pues sí! ¡Ahora, sí!

Hoy es mi último día en el despacho.

Mañana intentaré comenzar esa nueva vida, corta pero nueva cada año, en la que desconecto el despertador para poder madrugar sin su estridencia. Me despertaré a la misma hora, seguramente, pero sin los sobresaltos radiofónicos a que me acostumbro el resto de los días. De todos esos días con nombre en los que, desgraciadamente, siempre hay algo desagradable que, a través de las ondas, agría el parco desayuno. De esos días en los que, por unas cosas u otras, lo único placentero de la mañana es el frescor en el rostro (frío helador entre Purísima y Pentecostés) del paseo entre carrascos y encinas. Esos momentos en los que ver nacer el día me hacen sentir superior, como sin defectos, viendo las luces renovadas por entre la recortada silueta del Soto de Torres; de esta Salamanca que siento cada vez más mía y que, eso quiero creer, me siente a mí cada vez más suyo.

Vida de vacación en la que los propósitos son muchos y, en estos momentos de euforia, todos alcanzables. Recuperar esas pequeñas cosas que he ido dejando para mejor ocasión. Renovar esa cana que me ata y broncearla para resaltar su blancura. Retomar conversaciones pendientes que sirvan, de una vez por todas, para arreglar este intramundo en el que me muevo. Arreglar esas cosillas que el día a día me escondió para no preocuparme. Recordar que ahora, con el cuerpo relajado y el alma tranquila, es el momento de caminar en busca del tesoro al pie del arco iris. Sobresaltarme con el vuelo de una mosca y volver a cerrar los ojos con la sensación de tener la batalla ganada. Evaluar proyectos etéreos que sólo se verán cumplidos en estos momentos de silencio interrumpido por la chicharra. Programar futuros. Revisar pasados...

Voy a meter en la maleta todo. Y con todo, me marcharé. Nos marcharemos. A vivir el azul con azul, sólo separados por la línea de la bruma. A esconder la realidad y reinar en un palacio rodeado de lacayos. A abandonarme entre pinos y albero para, desde la distancia, olvidar lo aburridamente cotidiano. Descansar.

Sé que muchos de los propósitos se quedarán en el fondo de la parte trasera de mi alforja. Que no serán sino sueños incumplidos ahogados en la turbulencia del olvido. Que pasarán a ser una línea sin tachar en el cuaderno de lo eternamente pendiente. Pero otros verán la luz y sentiré el bienestar de lo ya hecho, del "deber cumplido". Ese es mi sueño y mi deseo.

Ahora, con mi recuerdo para los que no podéis uniros a estos momentos de abandono vital, para los que dejáis la vida "abierta por vacaciones", sólo siento la necesidad del cambio, de alcanzar el horizonte y ver nuevos amaneceres, entre dunas y olas, para sentir el frescor en mi cara mientras otras siluetas se recortan allá donde mi vista alcance. Y sentirme superior.

8 comentarios:

beatriz dijo...

¡Qué envidia!, eso sí de la buena, buenísima.

Me alegro mucho de que te lleguen las ansiadas vacaciones. Espero que te sepan a mucho y a poco. Así a la vuelta estaras contento de venir y deseoso de volver.

B

Lucano dijo...

Que el frescor entre pinos y albero te alegre cada mañana, desde San Cayetano... ¿hasta San Ramón?, para luego disfrutar aún más, en la hora del regreso, del frescor de encinas y carrascos: tan tuyos ellos, tan suyo tú.

Ana Pedrero dijo...

Buenas vacaciones, Félix. Lo mismo, hasta nos vemos en esa tierra de azul con azul.

Si no es así, besos a toda la familia. Pasadlo bien. Y a por septiembre. ;)

Félix dijo...

Beatriz, sabrán a sal y sueño, pero, a la vuelta, tendré la ilusión infantil que siempre me invade cuando veo la catedral en el horizonte. Pues, al final, volver es lo que deseamos.

Veré encinas donde los pinos y mar donde el mar, mezcla ideal para compartir pasiones. Y a mi vuelta, intentaré traerme el mar para con las encinas, pero sólo podré traerme el azul. Gracias, Lucano.

Lo mismo hasta nos vemos, Berrendita. Aunque, entre unas cosas y otras, llevo la agenda más cargada que en plena temporada. Si no es así, gracias y los mismos deseos para contigo. A superarlo.
Cordialmente,
Félix

sentimientos y locuras dijo...

Ole por unas vacaciones ganadas a pulso para y por los tuyos. Espero y deseo que descanséis y lo paséis muy muy bien. Carga pilas y broncea par que resalte esa cana que tu te empeñas en decir y yo no aprecio. Mis mejores deseos de Corazón

Félix dijo...

Espero poder cargar energía y disfrutar. Gracias, Jose, por tus deseos y por querer ver pelo negro donde está claro que ya blanquea la cana.
Cordialmente,
Félix

Alberto dijo...

¡FELIZ VACACIONES! Disfruta, descansa y te esperamos a la vuelta.

Un fuerte abrazo.

Félix dijo...

Conchero, gracias. No sé si descansaré, seguro que disfruto y volveré con la tarea hecha.
Cordialmente,
Félix