¡Nunca confiaré en los tintes!
Lo único que consiguen es engañarme mientras los demás siguen viendo mi interior.


lunes, 21 de abril de 2008

Marineros y pilotos


Se me escapan las letras por entre los dedos, resbalan sobre el teclado, ya añejo y gastado, y soy incapaz de fijarlas para componer palabras coherentes, frases con sentido que den testimonio de lo que pasa por mi canosa mente.

Siento que me equivoco y que, cuando esto sucede, los afectados son los de siempre. Pero en algún momento tenía que marcar la señal que me separase de barcos y honra, para dedicarme a otros menesteres más prosaicos que, aunque desagradables, me obligan a permanecer atado a la realidad.

Aunque subjetivamente, como todos cuando nos vemos a nosotros mismos al rebuscar con la mirada interior por nuestros rincones, quiero dejar constancia. Hacía tiempo que deseaba dejar constancia, aunque un pudor mal interpretado atenazaba mis dedos impidiéndoles hacerlo.

Con la idea sesgada por la amistad, quiero dejar entre estas palabras mi reconocimiento y admiración por quienes os atrevéis a tomar entre vuestras manos timones de naves que, aun no habiendo llegado a quedar a la deriva, hace tiempo que permanecen al pairo de aires y corrientes. Porque no es fácil, lo sé, decidirse a dar el paso. No es sencillo lanzarse a esta entrega decididamente consciente. Porque sé del compromiso de quienes habéis optado por enfrentar este futuro para poner en rumbo la nave con relevo en el puente.

Sabed que, aun no habiendo embarcado para esta travesía, mis manos están prestas a asir maromas y, desde el anonimato del grumete, sin puesto en cubierta, ayudaros en lo que puedan. Aunque, también sé que no será necesario pues, de capitán a timonel, formáis un equipo capaz de esto y mucho más. Porque tenéis fijado el rumbo y el sextante a punto. Porque conocéis vuestro puerto de destino y, salvo aciaga tormenta o motín a bordo, arribaréis con bien. Porque contáis con una excelente tripulación, de las mejores, que únicamente necesita el estímulo adecuado para ayudar en la travesía.

Es más, estoy seguro de que, bajo el gobierno de capitán y tripulación, esta nave pasará de "holandés errante", castigado a navegar entre oscuras brumas sin poder alcanzar puerto, a fragata que, como si estuviera camino de la isla de Neverland, surcará los cielos al mando de experimentados pilotos. Porque surcará los cielos. Porque sé que volará. ¿Eh, capitán?

Creo que no me confundo si digo que somos muchos los que os apoyamos admiradamente, pero, si me equivocase, pensad que, al menos, tuvisteis el valor de dar el paso. Porque muchos nos vimos incapaces.

Con mi admiración, sólo me queda deciros: ¡Suerte! ¡Adelante!... y buena singladura. Es mi deseo que espero ver cumplido.

9 comentarios:

Lucano dijo...

Duc in altum!

Félix dijo...

Remar, sí, pero sin perder de vista el puerto de destino.
Somos muchos los que deberíamos seguir esta máxima: Duc in altum!
Cordialmente,
Félix

Anónimo dijo...

Gracias amigo,de todo corazón.Me consta que te expresas con el músculo cardiáco en el centro de tus metacarpianos.
En estos días previos al cabildo de elecciones, tengo la misma sensación ,que la que debierón tener los toros que se corrieron las pasadas ferias allá por el nueve-que bonita colección de relojes-de septimbre 2007.No la que tuvierón al salir a la plaza, sino el día que embarcamos la corrida. Manuel Toral.

Félix dijo...

Sabes bien, Manolo, que es así; que ha sido el corazón el que ha dictado mis palabras. Pero, también es cierto que, a pesar de la subjetividad que se crea por la amistad, todas mis palabras son conscientes y meditadas. Y mis deseos son sinceros. Por supuesto.
Y, ahora que ya ha pasado el momento, ahora que ya estáis a falta de ratificación, ahora más que nunca, contad conmigo.
Cordialmente,
Félix

Alfredo dijo...

Ojala Felix pudiera ser tan positivo como tu, pero la verdad es que en estos momentos no lo soy, es mas al dia de hoy estoy seguro de que esta junta no acaban el mandato los mismos que la han empezado, ¨espero confundirme¨

Por otro lado amigo Manolo te deseo toda la suerte del mundo para los proximos cuatro años, que sin duda te va ha hacer falta, y como dice Felix, puedes contar conmigo cuando lo desees, pues aunque mis conocimientos son escasos, los puedo suplr por la ilusión de vover a ver a mi Hermandad donde siempre debio de estar

Alfredo

Anónimo dijo...

Por fin encontré la cana correcta, aunque ya te lo dije en persona de nuevo muchas gracias y no dudes que seré un pesado que te pediré consejo más de una vez.

Félix dijo...

Gracias por dejar constancia.
No me extraña que no encontrases la cana correcta, pues había que rebuscar en el interior y eso siempre es costoso.
Siempre a vuestra disposición.
Cordialmente,
Félix

Anónimo dijo...

Nadie como tú conoce como se ha gestado este equipo, nadie como tú para saber de sus ilusiones y sus temores, nadie como tú ha trabajado por sacar adelante un proyecto y todo porque tú eres parte de este equipo.No te necesitamos figurando en papeles, solo necesitamos sentirte cerca y ayudandonos a manejar el timón. Porque tú eres de los que "ademas de saber predicar das el trigo a manos llenas".
Muchas gracias.
Charo.

Félix dijo...

No esperaba ya tu entrada, pero nunca es tarde si la dicha es buena.
Sabes, no creo que haga falta decirlo, que tus palabras me llegan y me llenan en lo más hondo. Porque compartimos mucho más que la simple idea de cómo debe ser la Hermandad. Porque comulgamos, desde hace mucho, en unidad de criterio. Por ello, me siento reconocido desde antes de que digas nada. Porque sabes que no hace falta decirlo.
Espero que esta confianza que tienes en mí siga y que pueda demostraroslo día a día. Porque estoy con vosotros, día a día, desde el principio hasta el final.
Cordialmente,
Félix